jueves, 8 de noviembre de 2012

¿Despertó Lizzie en mí?



Aunque muchas veces trate de ser afable como Elinor, desprejuiciada y confiada como Marianne, madura como Anne Elliot, agradecida como Fanny Price o inocente como Catherine Morland. Ciertos hechos acontecidos últimamente me han hecho ver que soy una perfecta Lizzie. Muchas veces me había imaginado que podría parecerme a Emma por lo caprichosa y por mi afán de negarme al matrimonio pero me he encontrado con un cierto prototipo de hombre que ha despertado en mi a la peleadora señorita Bennet. Esto ha confirmado de manera definitiva mi fascinación por los hombres que me hacen enojar fácilmente. No es que sea una masoquista y guste de andar lloriqueando por los rincones, compadeciéndome de mi misma (como me dice un muy buen amigo). La diferencia es que el hecho de tener a mi lado a un hombre lo suficientemente afable me aburre y en este sentido se podría decir que he encontrado al Darcy, no es Colin Firth ni Matthew Macfadyen y tampoco me lo quiero imaginar en pantalones ajustados, pero no está mal...Lo extraño es que no es para nada aislado como el personaje, al contrario es muy amable inclusive puede formar amistades con la pequeña y campestre sociedad donde vive. Si para los ojos del resto, el arrogante y hasta grosero personaje no aparece ni en un solo pelo de este hombre ¿Por qué en mí despierta sentimientos tan contradictorios? Les diré porqué...El famoso dicho "Quien te quiere te aporrea" aparece de nuevo en mi vida. 

domingo, 12 de agosto de 2012

La mujer que lleva flores a su novio

"Si hay algo que he visto, es un hombre llevar flores a su novia, pero nunca que una chica le llevara flores al novio". Eso fue lo que me comentó un amable señor de unos 70 años mientras ambos conducíamos en bicicleta por las calles de Providencia. 
Las flores no eran para un hombre, eran para mi madre, quien me había encargado pasar por un puesto en una feria libre un domingo en la mañana mientras iba desde mi casa ubicada en uno de los bohemios barrios de Santiago hasta un sector muy conservador de la ciudad.
Este comentario, más que desagradarme (porque hay que admitir que lo dijo con un tono muy amable, a lo que yo respondí con una amable sonrisa también) me hizo pensar en los convencionalismos de la sociedad en que vivimos. Han pasado casi 200 años desde que Jane creó personajes potentes e intrépidos, imágenes de mujeres empoderadas, dueñas de la verdad y de lo que las rodeaba. 200 años después y aunque una mujer haya estado al mando de nuestro país, es extraño para los ojos del resto llevar flores a un hombre. Creo que en este momento, definitivamente soy Emma. 

lunes, 6 de agosto de 2012

Soy "casi" Anne





"La imaginación de una mujer es excesivamente rápida. En un momento salta de la admiración al amor y del amor al matrimonio". Esta cita fue lo primero que se me vino a la cabeza una vez que mi mejor amigo de la adolescencia me confiara en un bar que dentro de su bolsillo cargaba el anillo de compromiso que le daría a su novia esa misma noche. Sólo que la famosa frase escrita por una de las mujeres que personalmente considero más inteligentes de la historia, no hizo sentido alguno hasta que comencé a ver los estados en las redes sociales. Es claro que las mujeres tenemos ese don para manifestar todo en cuanto a sentimientos se refiere...públicamente y sin ningún tipo de pudor. Muchas veces he pensado en esto y ha sido un tema recurrente al conversar con hombres. ¿Qué ocurre con las mujeres y el matrimonio? ¿Qué es lo que les hace perder la cabeza cuando le entregan "la roca"? Reconozco que he soñado con ese momento más de alguna vez en mi vida pero el paso de los años y también porqué no decirlo: el paso de más de uno que otro "galán" dejó que se convirtiera en un trámite al que no quiero llegar, es cómo si la fila del banco fuera eterna para hacer un maldito depósito pero que al momento de llegar a la caja, no quiero hacerlo, ya que eso implicaría perder dinero, que en mi vida se traducen en libertades.
No me gusta la idea en que la persona se enamore de la idea, más bien lo sano y romántico es enamorarse de esa persona y finalmente el novio en la mayoría de los casos, se ve opacado por el vestidos, las flores, el color de la torta, la canción, el baile y bla bla bla.
Tengo casi 30 años y para muchos en mi circulo sería como Anne Elliot de Persuasión. Sólo que aunque el Capitán Wentworth llegara con un anillo, una renta de miles de libras esterlinas y una propiedad en una preciosa colina inglesa, no volvería a sus brazos. Claro que si es tan guapo como Rupert Penry-Jones lo más probable es que me rendiría ante sus encantos sin importarme la preciosa casa en la colina, las libras esterlinas, ni la roca. Me enamoraría de él, no de lo que le pertenece y menos de la idea...

jueves, 2 de agosto de 2012

y mi Mr Darcy?

Podría contar con los dedos de una mano las veces que he conocido a algún hombre que me deje pasmada al instante, es más, creo que ha sido uno el que ha capturado mi corazón y también uno el que lo rompió y lo hizo mierda en el piso. Pero con el tiempo, la paciencia y el humor (a esta altura) se van descubriendo otros tipos de capturas. Hombres que te hacen reir, que te entretienen, otros que te desesperan y otros que los odias y los adoras a la vez. Y es que Darcys hay en todos lados. El típico tipo arrogante que provoca el dejar salir las peores palabras de tu boca con un sentido totalmente opuesto, convirtiéndose en el infantil "quien te quiere te aporrea".